A 11 AÑOS DEL ASESINATO DEL MAESTRO CARLOS FUENTEALBA

El 4 de abril de 2007 debe quedar en nuestra memoria como un día triste, lamentable; pero también de ese acontecimiento se debe aprender: el Estado siempre recurre a artimañas para controlar y reprimir a quienes reclaman un presente distinto al dictado por los poderosos.
Carlos Fuentealba. Su apellido es alegórico, nos señala un camino de pronto amanecer, de despertar conciencias y educación emancipadora. Nos duele su vil asesinato en manos de las fuerzas policiales de Neuquén ¿Acaso es un delito pelear por los derechos de los docentes y de los alumnos? El historiador Osvaldo Bayer fue categórico en aquel abril de 2007: “Ahora, los argentinos asesinamos a maestros.
Después de la célebre “desaparición de personas”, llamada la “Muerte Argentina”, nos gusta el detalle y nos especializamos en docentes (…) Fuentealba fue a reclamar por algo que tiene que ser la base de todo respeto en nuestra sociedad: la dignidad de los que enseñan a las nuevas generaciones.”(Texto de «El Gremial N°2»)