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GENEROSO CON LOS DE ARRIBA, DURO CON LOS DE ABAJO

Una semana difícil para la docencia: el gobierno tomó represalias con los trabajadores estatales descontando los días de paro y sigue dilatando la paritaria docente de forma obscena. Para sorpresa de muchos, hoy domingo el gobernador visitó la sede del Jockey Club en Venado Tuerto.  No sólo aportó su presencia sino también un millón de pesos. El martes volverá a la ciudad y los docentes estaremos presentes exigiéndole:

UN SALARIO ACORDE AL COSTO DE VIDA”.

http://www.venado24.com.ar/venadotuerto/c99-politica/el-jockey-club-de-venado-tuerto-festejo-sus-100-anos-con-la-presencia-de-lifschitz/

Resolución de la Asamblea del Departamento Gral. López del día 13 de abril de 2018.

Los afiliados de la Asamblea del día de la fecha resuelven por unanimidad hacerse presentes el día martes 17 de abril en la localidad de Venado Tuerto -en el marco de la visita del Gobernador Lifschitz-  para manifestarle personalmente lo siguiente:

• Repudiamos la mentira. No hay negociación seria ni responsable con engaños: el porcentaje de la última oferta, rechazado por más de 30.000 docentes, no es del 18% sino del 16,6 %. Es decir, el 18% además de ser insuficiente es irreal.
• Rechazamos el descuento realizado por los días de paro por considerarlo anticonstitucional además de una represalia dado que aún no ha habido acuerdo paritario.
• Repudiamos el modo en que se está dilatando la negociación.
• Exigimos que dejen de tratarnos como ciudadanos de segunda, así como se atienden los reclamos de las empresas de servicios para aumentar las tarifas de acuerdo a los costos de producción, pretendemos que se atienda nuestro reclamo por un salario acorde al costo de vida.

Los docentes de Amsafe General López seguiremos organizándonos y accionando para defender nuestro salario y derechos conquistados.

MERITOCRACIA vs INTERESES COLECTIVOS

Hay una idea generalizada e instalada de que la meritocracia justifica la injusticia, es decir, a la desigualdad social de una manera sutil y erradica la mediocridad en las escuelas. Cada uno merece la posición en la que está en función de sus méritos y esfuerzo. Ahora bien, ¿Quién decide qué merece cada uno? ¿Cuáles son los criterios de selección?

Supongamos que la carrera docente empieza a desarrollarse y organizarse en base a criterios de meritocracia, ¿Cómo medir los méritos y el esfuerzo? En la práctica, sólo se puede seleccionar a “los más aptos” a partir de señales imperfectas de talento: evaluaciones estandarizadas, certificaciones académicas, observaciones, entrevistas. Y sólo se los puede compensar a partir de los resultados, es decir, la productividad. Probablemente, estos resultados coincidan con el esfuerzo, pero puede haber variables que hagan que dos docentes con iguales talento y esfuerzo obtengan diferentes resultados, por ende, ganen diferentes salarios. Dentro de esas variables están: condiciones de trabajo en las instituciones, nivel socioeconómico y educativo de los alumnos y familiares, infraestructura familiar, apoyo y motivación en el hogar, entre otras.

Analicemos la siguiente situación: un docente con 30 alumnos, algunos de ellos llegan a clase sin las necesidades básicas cubiertas como por ejemplo la alimentación, unos pocos padecen adicciones, otros sufren la incertidumbre de una familia sin ingresos o trabajos precarizados. ¿Qué tipo de resultados son esperables de un docente en un aula en tensión constante por la violencia que se desata y sin recursos humanos y económicos de apoyo?

Seguramente, no serán los mismos que los de un docente cuyos alumnos tienen la “vida resuelta”. No hay talento ni esfuerzo suficientes para revertir esta cruda realidad por la que atraviesan los docentes argentinos en muchas instituciones, simplemente porque las personas en una sociedad capitalista no tienen las mismas posibilidades. Acordamos con la frase Sartriana: “Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él.”

Consideramos válido que cada quien bucee en sus adentros en búsqueda de recursos genuinos que lo ayuden a superar ese ser que absorbió un entorno sociopolítico condicionante, pero somos conscientes que para hacerlo se necesita de un bagaje de herramientas que difícilmente puedan lograr sin políticas sociales que acompañen y respalden. La meritocracia no puede reducir ni eliminar la desigualdad ni la mediocridad. Sólo es útil a la hora de legitimar a quienes ocupan posiciones de privilegio y responsabiliza a aquellos que no llegaron por sus escasos talentos y/o esfuerzo no suficientes. Quien logra desarrollarse profesionalmente, llegó por su mérito sin importar si su entorno familiar fue favorable o no, nos referimos a si pudo o no otorgarle las condiciones necesarias. Quien no lo logra o pierde el empleo es responsable por ello. No hay que analizar el contexto. “Vos seguí haciendo mérito, que no te importe la suerte de tu compañero.”, susurra la voz pro meritocracia. Así comenzamos a ver al otro como alguien con quien debemos competir. Así potenciamos el individualismo y, de esa manera, empezamos a retroceder en derechos. Graficamos con un ejemplo: Cuando nos graduamos, nos inscribimos a suplencias. Producida una vacante, nos llaman –por escalafón según el número de orden que nos corresponde por título y antigüedad, básicamente. Ese “escalafón”-una de las conquistas docentes- permite que se nos garantice el acceso a los cargos u horas de manera objetiva, gozar de cierta “estabilidad laboral” y, también, el derecho a reclamo en caso de arbitrariedades. Si la cuestión de la vacante se definiera según criterios meritocráticos, perderíamos esos derechos y el ingreso a la docencia dependería de la decisión subjetiva de quien nos emplea.

La meritocracia necesita de ese individualismo exacerbado para atravesar y destruir el poder de lo colectivo. Es por eso que invitamos a los docentes a rebelarse contra lo que quieren hacer de nosotros, y a luchar organizadamente para mantener los derechos conquistados y la educación gratuita, lucha que debe darse siempre en términos colectivos pues allí radica nuestra fuerza.

A 11 AÑOS DEL ASESINATO DEL MAESTRO CARLOS FUENTEALBA

El 4 de abril de 2007 debe quedar en nuestra memoria como un día triste, lamentable; pero también de ese acontecimiento se debe aprender: el Estado siempre recurre a artimañas para controlar y reprimir a quienes reclaman un presente distinto al dictado por los poderosos.
Carlos Fuentealba. Su apellido es alegórico, nos señala un camino de pronto amanecer, de despertar conciencias y educación emancipadora. Nos duele su vil asesinato en manos de las fuerzas policiales de Neuquén ¿Acaso es un delito pelear por los derechos de los docentes y de los alumnos? El historiador Osvaldo Bayer fue categórico en aquel abril de 2007: “Ahora, los argentinos asesinamos a maestros.
Después de la célebre “desaparición de personas”, llamada la “Muerte Argentina”, nos gusta el detalle y nos especializamos en docentes (…) Fuentealba fue a reclamar por algo que tiene que ser la base de todo respeto en nuestra sociedad: la dignidad de los que enseñan a las nuevas generaciones.”(Texto de «El Gremial N°2»)

 

CRÓNICA DE CÓMO PASAMOS DEL “SIN PISO NI TECHO” AL DECRETAZO

«Cada vez queda más claro que el ajuste que estamos sufriendo los trabajadores no es responsabilidad exclusiva de un solo gobierno o partido político. Gobierno Nacional y gobernadores de diversas orientaciones partidarias aplican la misma política de reducción salarial. No debemos sembrar la más mínima esperanza en ningún gobierno. Sólo la lucha de los trabajadores pondrá freno al ajuste y al autoritarismo.»

Sincericidio del Gobernador

Declaraciones del Gobernador Lifschitz en Rosario3.com en relación a las jornadas de paro de los días 4 y 5 de abril.

Están en una discusión caprichosa… estamos discutiendo 6 kg de pan por mes. Nada. Ahora, yo saco la cuenta de cuanto representa eso por año para la provincia de Santa Fe… representa mil millones de pesos”.

No hay caprichos,  hay  contraposición de intereses.  Lifschitz está preocupado por las cuentas fiscales y nosotros, los trabajadores, por nuestro salario. Nos oponemos a que el Gobernador  pretenda regularizar las cuentas fiscales con el pan de los trabajadores.

Amsafe General López